¿Qué es la Manometría esofágica y para qué sirve?
Es la exploración de elección para evaluar la actividad motora del esófago y sus esfínteres, siendo especialmente útil en el estudio de la disfagia (dificultad para tragar) y en el dolor torácico de origen no cardíaco. También se realiza en el estudio del reflujo gastroesofágico (junto a la pHmetría de 24 horas) y cuando se sospecha afectación esofágica por determinadas enfermedades sistémicas como la esclerodermia.
¿Se puede sustituir por otras pruebas?
Generalmente no, ya que la endoscopia y en ocasiones la radiología con papilla de bario, son imprescindibles en el estudio de la enfermedad esofágica, pero con mucha frecuencia son normales o insuficientes para realizar un diagnóstico de certeza en los pacientes con alteraciones motoras del esófago.
¿Cómo se realiza? ¿Cuánto dura?
Con una pequeña sonda de plástico flexible de unos 2-3 mm de diámetro. Esta se coloca por vía nasal con un poco de anestésico local. Para facilitar el paso por la garganta se le suele dar al paciente un poco de agua.
Una vez colocada la sonda se tumba al paciente y se conecta a un pequeño aparato que transmitirá la información a un ordenador. Durante la prueba se retira despacio la sonda para ir realizando los distintos estudios, algunas veces sin tragar y otras tragando pequeños sorbos de agua. Con ello se consigue visualizar la actividad motora el esfínter esofágico inferior, cuerpo esofágico, esfínter esofágico superior y faringe.
Aunque la duración total del estudio no es previsible en algunas ocasiones, esta no suele durar más de 15 minutos.
¿Es dolorosa? ¿Qué riesgos tiene?
La exploración no es dolorosa, aunque si puede ser algo molesta. Normalmente se notará algo de escozor al pasar por la nariz y algunos pacientes puede tener náuseas y tos, pero no es lo habitual. Una vez colocada la sonda la exploración se tolera muy bien, pudiéndose realizar el estudio completo en más del 95% de los pacientes.
Como riesgos de la prueba se han descrito el sangrado nasal y la tos irritativa, pero estos suelen ser raros, leves y poco relevantes. La perforación esofágica es una complicación muy exepcional.
¿Qué preparación necesito?
Ayunas de unas 4 horas, siendo aconsejable que esta última comida haya sido ligera. Se puede tomar agua hasta poco antes de la prueba. En los pacientes con acalasia si puede ser aconsejable una mayor prolongación del ayuno antes de la prueba.
En algunas ocasiones es necesaria la retirada de ciertos medicamentos con cierta antelación. En cualquier caso, el médico suele informar antes de todo esto, pero si se tiene alguna duda es mejor consultarlo antes.
¿Después de la prueba puedo hacer una actividad normal?
Una vez realizada la prueba se puede comer y volver a una actividad normal sin ningún problema.
Principales indicaciones de la Manometría esofágica:
- Disfagia funcional (sin lesiones endoscópicas):
– Sospecha de trastorno motor primario
– Sospecha de trastorno motor secundario
– Disfagia orofaríngea
- Pacientes con reflujo gastroesofágico:
– Con síntomas atípicos
– Fracaso del tratamiento
– Precirugía (evaluación de la función esofágica)
– Antes de la pHmetría (conocer lugar colocación sonda)
- Evaluación función esofágica tras tratamiento:
– Farmacológico
– Dilatación o cirugía de la acalasia
– Postcirugía antirreflujo
- Dolor torácico recurrente no coronario (con pHmetría)
- Enfermedades multisistémicas: esclerodermia, etc.